viernes, 23 de octubre de 2009

De sospechosismo a simulaciones

Por:Antonio González Díaz
lunes, 21 de septiembre de 2009

Las fichas se están moviendo de forma muy sospechosa... En este espacio, hace tiempo, cuando comenzó a circular por Youtube el video de los “Matazetas”, advertí que quienes secuestraron, torturaron y ejecutaron a los supuestos “Zetas” localizados el pasado 18 de junio parecían ser elementos del Ejército, de la Policía Federal o de la Ministerial, ya que evidenciaban estar bien instruidos en cuestiones tácticas y operativas.

Ante dicha acción, las autoridades no han dado ni un avance en la ejecución de estas personas, pero derivado de sus declaraciones fue que se desprendieron las detenciones del Delegado y Subdelegado de la PGR, así como de funcionarios de la Seguridad Pública Municipal de Cancún, Quintana Roo.
Ante ello y su clandestinidad, se puede sospechar que el autodenominado grupo de “Los Matazetas” lo conforman policías federales, militares o ministeriales que están realizando una especie de limpia en las calles de Cancún, pero no necesariamente para desterrar al narcotráfico, sino para entregarle la plaza a otro grupo delictivo o para operarlo ellos mismos.
De ser lo contrario, las autoridades deberían dar avances también en estas ejecuciones, ya que fueron la materia prima, según ellos mismos, para desarrollar las investigaciones que dieron con esos peces grandes.
Sospechosas también resultan las acciones del Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna. Fue evidente el montaje del secuestrador del avión de Aeroméxico, que con un par de latas, supuestamente puso en jaque a las autoridades, que desplegaron un operativo que más bien parecía un simulacro mal ejecutado.
Ahora, el discurso oficial apunta a que la falla fue en el Aeropuerto de Cancún... quizá con la intención de solicitar la conclusión de la concesión de la empresa de seguridad privada encargada de la vigilancia en el aeropuerto, e introducir un grupo policiaco a su cargo, para controlar el tráfico de droga y de material ilícito en esa plaza tan importante para estas actividades.
Por otra parte, y no menos decepcionante, resulta la determinación de la PGR de no argumentar acusaciones contra Jacinta Francisco Marcial, la indígena queretana acusada de colaborar en el secuestro de seis agentes de la AFI y de la retención ilegal de uno de ellos por 70 mil pesos a cambio de su libertad.
Decepciona porque el argumento de la institución fue que Jacinta era evidentemente responsable de los hechos que se le imputaban... pero ante la presión pública que se ejerció sobre el caso, la PGR optó por lavar el cochinero a unos días de la salida del Procurador Eduardo Medina Mora. Si estas determinaciones se toman aun contradiciendo las pruebas presentadas y avaladas por su personal, entonces me pregunto... y ahora, ¿quién podrá defendernos?
Pero este caso tuvo un matiz muy sospecho... ¿Por qué si las tres mujeres detenidas eran acusadas injustamente de lo mismo, las organizaciones no gubernamentales sólo defendieron a Jacinta? ¿Quizá porque ella encajaba en el cliché del indígena-pobre-indefenso?
Y bueno, si el caso estuvo tan colmado de errores, lo evidente sería la excarcelación de las tres mujeres, la investigación y sanción del ex titular de la Delegación de la PGR que coordinó dicha indagatoria, así como de los Ministerios Públicos Federales y Agentes Federales de Investigación involucrados... ¿Serán capaces de inventarles esos cargos a los funcionarios públicos, siendo obvio que las cosas no fueron


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