miércoles, 4 de mayo de 2011

Algo para reflexionar

 

Por: Querien Vangal

Abril / 2011

 

 

Encuentro en un aeropuerto

 

 "¿Es Usted cura? No puedo mirarle a Usted ni a ningún otro sin pensar en un abusador sexual"

 

Mons. Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, cuenta una experiencia personal, con reflexiones muy oportunas, incluso para nuestro País, sobre los abusos sexuales del clero.

 

* * *

Era sólo la tercera vez que me pasaba en mis 35 felices años como sacerdote, las tres veces en los últimos 9 años y medio.

 

Otros sacerdotes me cuentan que les ha sucedido muchas más veces.

 

Pero tres son bastante. Cada vez que me dejó tan agitado que casi tenía náuseas.

Sucedió el pasado viernes.

 

Acababa de llegar al aeropuerto de Denver para hablar en la popular convención anual de Living Our Catholic Faith. Mientras esperaba al tren eléctrico que me llevase a la terminal, un hombre de unos cuarenta años, que también estaba esperando, se me acercó.

 

– "¿Es Usted un sacerdote católico?", preguntó con amabilidad.

– "Sí, claro. Mucho gusto", le dije, tendiendo mi mano. Él la ignoró.

– "Crecí en un hogar católico", respondió. Yo no estaba preparado para la punta aguzada de su estilete. "Ahora soy padre de dos chicos, y no puedo mirarle a Usted ni a ningún otro sacerdote sin pensar en un abusador sexual".

 

¿Qué responder? ¿Gritarle? ¿Pedir disculpas? ¿Expresar comprensión? Admito que todas esas reacciones vinieron a mi mente mientras me debatía entre la vergüenza y la rabia por el daño y la herida que me infligía con esas palabras punzantes.

 

– "Bueno", dije recobrándome lo suficiente, "Sin duda, lamento que lo sienta así. Pero, déjeme preguntarle… ¿cuando ve un rabino o a un ministro protestante automáticamente cree ver a un abusador?"

– "No. En absoluto", respondió con los dientes apretados.

– "¿Y cuando ve a un entrenador, un líder boy scout, un padre adoptivo, un consejero o médico?"

– "Por supuesto que no", respondió. "¿Qué tiene que ver con esto?

– "Mucho", respondí. "Porque cada una de esas profesiones tiene un porcentaje de abusadores tan alto, quizá mayor que el de los sacerdotes".

– "Quizá", admitió. "Pero la Iglesia es el único grupo que sabía lo que pasaba, no hizo nada, y se limitó a pasar los pervertidos de un lado a otro".

– "Parece obvio que Usted nunca vio las estadísticas sobre los profesores de colegios públicos", comenté. "Solo en mi ciudad natal, Nueva York, los expertos dicen que la proporción de abusos sexuales entre profesores de la escuela pública es diez veces más alta que entre los sacerdotes, y esos abusadores, simplemente, fueron transferidos de un sitio a otro".

 

[Si hubiese conocido las noticias del New York Times del pasado domingo sobre la alta tasa de abusos contra los más indefensos en la mayoría de hogares tutelados por el Estado, con abusadores simplemente transferidos de un hogar a otro, también lo hubiera mencionado].

 

No respondió, así que continué.

 

– "Perdone que sea tan contundente, pero Usted lo fue conmigo, así que permítame preguntar: ¿cuando Usted se mira al espejo, ve un abusador sexual?"

 

Ahora era él quien se sobresaltaba como yo antes.

– "¿De qué demonios me habla?", dijo.

– "Es triste, pero los estudios nos dicen que la mayoría de los niños abusados sexualmente son víctimas de sus padres o de otros miembros de la familia", respondí.


Ya era bastante. Le vi aturdido y traté de calmarlo.

– "Le diré que, cuando le veo a Usted, yo no veo un abusador, y agradecería la misma consideración de su parte".

 

El tren nos había llevado a la zona de recogida de equipajes y salimos juntos.

– "Bien, entonces ¿por qué sólo oímos toda esa basura acerca de ustedes los sacerdotes?", preguntó pensativo.

– "Lo mismo nos preguntamos los sacerdotes. Tengo una serie de razones, si le interesa".

Asintió mientras caminábamos hacia la cinta transportadora.

– "Por un lado, los sacerdotes merecemos un escrutinio más intenso porque la gente confía más en nosotros, ya que osamos afirmar que representamos a Dios, así que si uno de nosotros hace esas cosas, aunque sólo una diminuta minoría lo haya hecho, es más repugnante.

– Segundo, me temo que hay muchos por ahí que no aman a la Iglesia y hacen lo que pueden por dañarla. Este es un tema con el que adoran azotarnos sin descanso.

– Y tercero, detesto decirlo, se puede sacar mucho dinero denunciando a la Iglesia Católica, mientras que apenas vale la pena denunciar a alguno de los grupos que comenté antes".

Ahora ambos teníamos ya nuestro equipaje y nos dirigimos a la puerta. Él tendió su mano, la que 5 minutos antes no me había tendido. Nos dimos un apretón.

– "Gracias, encantado de haberle conocido", dijo. Se detuvo un momento. "¿Sabe? Pienso en los grandes sacerdotes que conocí de niño. Y ahora, que trabajo en IT en la Regis University, conozco algunos jesuitas devotos. No deberíamos juzgarles a todos ustedes por los horribles pecados de unos pocos".

– "Gracias", dije sonriendo. Supongo que las cosas se habían arreglado porque, mientras se iba, añadió: "al menos, le debo un chiste: ¿qué sucede si no puedes pagar a tu exorcista?"

– "Ni idea", respondí.

– "Una re-posesión"

 

Nos reímos y nos separamos. Pese al final feliz, aún temblaba y casi sentí que necesitaba un exorcismo para expulsar de mi alma sacudida el horror que todo este asunto ha significado para las víctimas y sus familias, para nuestros católicos, como ese hombre… y para nosotros, los sacerdotes.

 

 



Acabemos con la humanidad

 

Aparejado a ello, acabemos también con todos los valores morales de la humanidad.

 

Por Steve Mosher

Abril de 2011

 

 

 

Hemos visto el video en Youtube. Empleados de Planned Parenthood captados en plena actividad ilegal, colaborando con el tráfico sexual de menores, encubriendo el estupro y relaciones sexuales con menores e incluso induciendo a las niñas para que eviten revelar la edad de los hombres mayores que las embarazaron.

 

También sabemos que Planned Parenthood es, siempre lo ha sido, una organización abortista. Sus "médicos" realizaron 337 mil abortos en el 2009. Es decir, más de uno en cada cuatro abortos realizados en Estados Unidos. De cada 100 mujeres embarazadas que ingresan a las clínicas de Planned Parenthood, 98 salen con el útero vacío.

 

Al final ya es de dominio público que el negocio del aborto de Planned Parenthood es muy, pero muy lucrativo. La organización obtiene mil millones de dólares de utilidades cada año solamente en este "rubro".

 

Los abortos por sí solos representan más de una tercera parte de sus ingresos a pesar que sólo el 10 por ciento de sus pacientes van a sus clínicas por un aborto (esto muestra que la parte fuerte del negocio es el aborto).

 

Y como si fuera poco lo que reciben, otro tercio de sus ingresos vienen de los fondos del gobierno norteamericano, de contratos y subvenciones del gobierno, y finalmente de los impuestos de todos los contribuyentes.

 

Como resultado de esta subvención, la organización ha obtenido cerca de mil millones en activos, haciéndola una de las más ricas empresas "sin fines de lucro" en la historia de Estados Unidos. Este "éxito" económico ha hecho más pobres a toda la población norteamericana de dos maneras.

 

La primera dándole fondos a Planned Parenthood han dejado de emplearlos en necesidades reales y democráticamente aceptadas. Recordemos que los que apoyan el aborto legal no son mayoría en ese país e incluso los que están de acuerdo con que los abortos sean pagados con fondos federales son una minoría muy pequeña.

 

Y en segundo lugar, la eliminación de millones de personas (capital de desarrollo económico futuro) se sentirá eventualmente, pues precisamente el predominio mundial de la economía estadounidense viene siendo amenazado por dos gigantes, China e India, cuyas numerosas poblaciones son precisamente una de sus fortalezas (1).

 

Y aún a pesar de toda evidencia económica y geopolítica, Estados Unidos juega con viejas, viejísimas fórmulas y las exporta.

 

Planned Parenthood usa sus millones para exportar la ideología abortista.

 

Planned Parenthhod es miembro de la International Planned Parenthood Federation (IPPF). Planned Parenthood es el "big player" dentro del movimiento internacional de control de población y se ha ganado un nombre por derecho propio. Cada año la organización envía millones de dólares al extranjero, con el fin de financiar las campañas a favor del aborto, sin dejar de mencionar el lobby para la legalización del aborto en los países cuyas leyes están a favor de la vida, como es el caso de Filipinas.

 

IPPF y Planned Parenthood en particular siguen los pasos de su fundadora, Margaret Sanger, quien despreciaba a las "razas asiáticas", como ella y sus amigos eugenecistas las llamaban. A lo largo de su vida, se dedicó a reducir su población drásticamente. Pero aún más, las preferencias de Sanger fueron más allá que el asunto étnico. En su libro "Pivot de la Civilización", sin ningún tapujo, pidió la extirpación de "la maleza... que está inundando el jardín humano".

 

Propuso la segregación de "los mentalmente débiles, los incapacitados e inadaptados," y la esterilización de las "razas genéticamente inferiores". Después dirigió la puntería hacia los chinos, escribiendo en su autobiografía sobre "la incesante fertilidad de (los chinos) millones que se extendían como una plaga".

No hay duda que a Sanger le hubiera entusiasmado la política de un solo hijo del gobierno chino. En su libro "Código para detener la sobreproducción de niños" (Code to Stop the Overproduction of Children), publicado en 1934, Sanger declaró que "ninguna mujer tendrá el derecho legal a tener un hijo sin permiso... ningún permiso será válido después de tener un hijo".

 

En cuanto a la eliminación selectiva de bebés incapacitados o abandonados, también le hubiese encantado que el gobierno chino hubiera considerado la adopción de políticas de eugenesia que fuera la propuesta de Sanger por décadas.

 

Sanger adolecía de sutileza en estos temas. Definía sin rodeos. "Control de la natalidad", un término que ella acuñó era "el proceso de eliminar a los inadaptados" dirigido a "la creación de un superhombre". Nada menos.

 

A menudo Sanger repetía que "lo más misericordioso que una familia numerosa puede hacerle a uno de sus niños es matarlo", y que "todos nuestros problemas son el resultado del exceso de reproducción de la clase trabajadora". Es decir, todos los que como usted o yo, trabajamos.

 

Con frecuencia, Sanger promocionaba racistas y eugenistas en su revista, "Birth Control Review" (Revista Control de la Natalidad).

 

Por ejemplo, Lothrop Stoddard un colaborador que también fue miembro de la junta directiva, escribió en "The Rising Tide of Color Against White World-Supremacy" ("El Surgimiento de la Gente de Color Contra la Supremacía Blanca del Mundo"): "Debemos oponernos resueltamente tanto a la propagación y diseminación asiática en las áreas de raza blanca, como a que las regiones no asiáticas sean habitadas por razas realmente inferiores". Cada artículo de la Revista Control de la Natalidad estaba lleno de este tipo de ideas.

 

Pero Sanger no se contentó simplemente con publicar propaganda racista. La revista también hizo propuestas políticas concretas, como la creación de "comunidades de retrasados", la producción forzosa de los "capacitados" y la esterilización obligatoria e incluso la eliminación de los "discapacitados".

 

Los puntos de vista racistas de Sanger fueron poco menos que infames. En 1939 Clarence Gamble y ella hicieron una tristemente célebre propuesta llamada "El Control de la Natalidad y el Negro", que afirmaba que "las zonas más pobres, en particular la del Sur... alarmantemente se están produciendo más de la mitad de las futuras generaciones".

 

Su "religión del control natal" escribió "aliviaría la carga financiera de atender con los fondos públicos… niños destinados a convertirse en cargas para ellos mismos, para sus familias y por último para la nación".

 

La Guerra con Alemania, junto con las historias espeluznantes de cómo los nazis aplicaban en la práctica sus teorías sobre la "maleza humana" y "las razas genéticamente inferiores", hizo entrar en pánico a Sanger a punto de cambiar el nombre y la retórica de su organización. Por supuesto, lo que la asustó fue la mala prensa, no las consecuencias de sus ideas. Porque Sanger siguió haciendo lo mismo, pero le dio un cambio de "look".

 

"El control de la natalidad" que tenía connotación de coacción, la convirtieron en "planificación familiar". Los "discapacitados" y los "disgénicos" se convirtieron simplemente en los "pobres". Y por último "La Liga de Control de la Natalidad de Estados Unidos" se convirtió en "Planned Parenthood Federation" de Estados Unidos.

 

Después de la muerte de Sanger en 1966, Planned Parenthood se sintió tan confiado de haber enterrado de manera segura su pasado que empezó a jactarse de "el legado de Margaret Sanger". Y comenzaron a otorgar los "Premios Maggie" a personas inocentes que a menudo no tenían idea del verdadero pensamiento de Sanger.

 

El primer galardonado fue Martin Luther King, quien no sabía que Sanger había inaugurado un proyecto para deshacerse de su descendencia. "Nadie debe enterarse que queremos exterminar a la población negra y el ministro es el hombre que mejor puede apoyar nuestro propósito, en el caso de que puedan pensarlo los miembros más activistas". Sanger le había escrito antes a Gamble.

 

La buena noticia es que esta apariencia de respetabilidad de Sanger y de Planned Parenthood finalmente ha desaparecido.

 

Es tiempo de sacar a esta organización racista, codiciosa y abortista del presupuesto federal para siempre.

 

Population Research Institute

1. Para más detalles, ver Defunding Planned Parenthood Fact Sheet elaborado por "Chiaroscuro Foundation".