domingo, 7 de septiembre de 2008

Ser profesional

Por: Antero Duks


A medida que avanzamos en el siglo XXI, adquirimos una mayor conciencia de la vertiginosa velocidad a la que tenemos que movernos y de las consecuencias que ello trae para nuestra vida personal y profesional. Las nuevas tecnologías, los grandes avances en el campo de las telecomunicaciones y los alcances de la ciencia van más allá del tiempo que tenemos para ponernos al día en la necesidad de alcanzar una mayor universalidad en nuestros conocimientos.
Hoy en día existen miles de opciones para que todos los seres humanos logren alcanzar el nivel profesional. Se calcula que la persona promedio se desempeñará en cinco o seis profesiones distintas y que podrá desempeñarse mejor, dada la universalidad de sus conocimientos. Sin embargo, las grandes corporaciones lo que buscan en la actualidad es retener a los ejecutivos que cuenten con más experiencia y que posean valores como la motivación, el liderazgo y la visión, porque son los valores que aportan más a las empresas.
Los intereses del ser humano, a nivel profesional, van desde llevar a cabo los objetivos y actividades de su trabajo de la forma más efectiva, hasta materializar aquellas metas que le traigan satisfacción en su empresa, trabajo u oficio, tratando siempre de identificar aquellas oportunidades que le permitan desarrollar o adquirir nuevas habilidades profesionales.
Nuestro ser profesional es aquella parte de esa gran maquinaria interna llamada mente subconsciente, que en ocasiones parece dominar una gran porción de nuestra vida, haciéndonos ignorar, y hasta olvidar otros aspectos importantes de nuestro ser.
Es importante oír a ese ser profesional; pero es igualmente importante dejarle saber que no es el único aspecto de valor que hay en su vida. Si bien es cierto que esta última década estuvo marcada por un exceso de preocupación por las metas profesionales, debido, en parte, por los grandes avances tecnológicos y el incremento en la competitividad empresarial a nivel mundial, también es cierto que esto llevó a muchas empresas a reducir drásticamente su personal, poniendo a las personas a la defensiva. De las cenizas de este cambio global salió un profesional más estructurado y consciente de los demás papeles que debe asumir en su vida.
Vivimos en una era donde la posesión del conocimiento y la información correcta en el momento oportuno, permiten tomar decisiones con rapidez, en forma acertada, y determinan, en gran medida, el éxito personal y profesional. Todos y cada uno de nosotros tiene más control del que cree sobre aquellos aspectos que afectan su vida profesional.

Aspectos como:
• Determinar cuál es el campo de acción donde realmente deseamos incursionar profesionalmente y qué actitudes vamos a asumir para lograrlo.
• Desarrollar un programa personal de educación y actualización profesional para que siempre estemos a la vanguardia de lo que acontece en nuestro campo de interés y evitar así convertirnos en profesionales obsoletos.
• Evaluar constantemente nuestras metas financieras y determinar cuánto dinero queremos y podemos ganar cada año.
Inicia un plan de acción. No permitas que se quede en buenas intenciones. Finalmente eres tu quien construyes tu presente y quien visualizas tu futuro profesional.

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