viernes, 19 de septiembre de 2008

El mito, el alma, los contrastes

Por: Antero Duks

Un grupo de arqueólogos italianos anunció el hallazgo de una gruta en la que los antiguos romanos creían que una loba amamantó a Rómulo y a Remo.
"Es increíble pensar que puede haberse encontrado por fin un lugar mitológico que hoy se ha vuelto real", declaró el ministro de Cultura Francisco Rutelli al dar a conocer el descubrimiento de la gruta. Las imágenes de fotografía y de video muestran una cavidad de unos ocho metros de altura por siete y medio de diámetro.
"Hay frescos, conchas marinas, mosaicos y mármol que una vez adornaron la gruta, y en el centro del domo hay un águila blanca, que era símbolo del Imperio Romano", explicó la corresponsal de la BBC en Italia Frances Kennedy.
El sitio, a 16 metros de profundidad, está cerca de la Casa de Augusto, en la zona donde la mitología cuenta que los hermanos -hijos del dios Marte y la vestal Rhea Silvia- fundaron Roma en el año 753 ante de nuestra era.
La loba Luperca
Según el mito, cuando el padre de la vestal se dio cuenta de que su hija había violado el juramento de permanecer virgen, ordenó que Rómulo y Remo fueran abandonados en la ribera del Tíber, donde los recogió la loba Luperca y los amamantó hasta que fueron mayores.
Los hermanos terminaron peleando entre sí por la altura de los muros de la ciudad, y Rómulo mató a Remo.
El superintendente de Arqueología Angelo Bottini declaró que por fin "tenemos la certeza de que se trata de la gruta de la loba", aunque ni él ni el ministro han explicado cómo se vinculan el lugar descubierto y el sitio mitológico.
El nombre de la loba se relaciona con la fiesta de la Lupercalia, que se celebraba cada año en lo que ahora es el 15 de febrero.
Los jóvenes nobles (Luperci, nombre que se deriva de lupa, o loba) corrían de la gruta a las inmediaciones del Monte Palatino, una de las siete colinas de Roma, en un ritual de purificación.
Los sacerdotes sacrificaban un perro y dos cabras y ungían con sangre las frentes de los jóvenes, que se cubrían sólo con las pieles de los animales sacrificados y golpeaban las manos de las mujeres con tiras de piel de cabra para promover la fertilidad.
"Casi gritamos"
La cavidad fue descubierta durante los trabajos de restauración del palacio de Augusto, el primer emperador romano, aunque no se ha explorado por temor a que se venga abajo y dañe los cimientos de otras edificaciones, y los arqueólogos usaron endoscopios y otras herramientas para estudiar el sitio.
"Pueden imaginar nuestro asombro. Casi gritamos", dijo a la prensa el profesor Giorgio Croci, director del equipo de restauradores.
"Es claro que Augusto quería construir su residencia en un lugar que fuera sagrado para Roma", agregó Croci.
El Monte Palatino está cubierto con restos de palacios y monumentos que van desde el siglo VIII antes de nuestra era hasta una fortaleza medieval y villas renacentistas.
Partes del Monte que corrían el riesgo de desplomarse estuvieron cerradas durante varias décadas, aunque algunas de ellas se abrirán al público en febrero del año próximo después de un programa de restauración con valor de US$17,7 millones.
Tal vez la única voz que no se sumó al júbilo fue el ex superintendente arqueológico de Roma Adriano La Regina, quien afirmó que "no hay certeza, porque la gruta debería estar más hacia el oeste, frente al Templo de la Magna Mater y la Victoria".
Descubren cueva donde loba amamantó a Rómulo y Remo, dijo a EFE El Universal Roma, Italia Martes 20 de noviembre de 2007. Revela el Ministerio de Cultura italiano que hallaron una gruta, recubierta de mosaico y conchas, en la que al parecer los fundadores de Roma fueron criados por Luperca, el ministro de Cultura, Francesco Rutelli, ha revelado hoy, bajo el supuesto de "maravilloso descubrimiento arqueológico", el lugar donde, según la leyenda fundacional de Roma, una loba amamantó a los hermanos Rómulo y Remo.
Rutelli, que no asumió la responsabilidad de la teoría sobre la gruta sino que la atribuyó a los arqueólogos, comentó con los periodistas los detalles del hallazgo, después recogidos en un comunicado de su departamento.
El descubrimiento de un cubil recubierto de mosaico y conchas se produjo meses atrás en el curso de las obras que la Superintendencia Arqueológica de Roma lleva a cabo para acondicionar la colina del Palatino.
En la página de Internet del Ministerio de Cultura italiano se pueden ver las imágenes de la gruta, recubierta también con conchas, obtenidas a través de una cámara que se introdujo en su interior el mes de agosto pasado.
La gruta está a dieciséis metros de profundidad entre el Circo Máximo y la Casa de Augusto, justo en la Roma Imperial, y tiene un diámetro de seis metros cincuenta y tres centímetros y una altura siete metros y trece centímetros.
Sin embargo, el ministro no reveló los detalles acerca de cómo se ha hecho la vinculación entre la cueva y la madriguera de la legendaria loba.
Los gemelos Rómulo y Remo, cuyo padre era el dios Marte, fueron abandonados en el río Tíber por orden del rey Amulio, cuya hija había incumplido el mandato de virginidad que él le impuso cuando la obligó a dedicarse al culto de Vesta, según la leyenda.
Los hermanos fueron luego recogidos y amamantados por la loba Luperca y cuando crecieron fundaron Roma, de acuerdo con el mito.
Las interpretaciones de la leyenda han sido múltiples y entre ellas está la del ensayista y escritor Corrado Augias, quien en su libro I segreti di Roma sostiene que es posible que Luperca fuera una prostituta, ya que en la Roma antigua éstas recibían el nombre de lupa (loba), de donde procedería la palabra lupanar.
Ese mismo escritor advierte del peligro que se corre cuando se dan por buenas las leyendas al recordar en su libro que el fascismo eligió el nombre de "hijos de la loba" para los niños italianos que quería educar en su ideología.

"Dicen haber hallado la cueva de Rómulo y Remo"
La Nación (Argentina).Descubrimiento de arqueólogos italianos. Dicen haber hallado la cueva de Rómulo y Remo. Martes 20 de noviembre de 2007
ROMA (AP) - Un grupo de arqueólogos italianos develaron hoy el descubrimiento de una cueva subterránea, que se cree, era venerada por los antiguos romanos como el lugar donde una loba alimentó a Rómulo, el legendario fundador de la ciudad, y a su hermano gemelo Remo. Decorada con conchas marinas y mármol de diferentes colores, la cueva se halla a 16 metros de la superficie, dentro de la colina palatina, donde se hallan ruinas de un palacio que fue el centro del poder en la Roma imperial, dijeron los arqueólogos en una conferencia de prensa. Giorgio Croci, un ingeniero que trabajó en el lugar, dijo que durante los dos últimos años expertos estuvieron sondeando el lugar usando endoscopios y escáners, temiendo que la frágil cueva, que estaba parcialmente derrumbada, no sobreviviría a una excavación en gran escala. Los arqueólogos están convencidos de que encontraron el lugar donde los romanos antiguos presumían que la loba amamantó a Rómulo y Remo, los hijos de Marte, el dios de la guerra, que los abandonó en una cesta dejándolos a la deriva en el río Tíber. La leyenda. Gracias a la loba, que es hasta el día de hoy el símbolo de Roma, los gemelos sobrevivieron. Rómulo fundó la ciudad y se convirtió en el primer rey, luego de matar a Remo en una lucha por el poder, algo similar a la lucha entre dos hermanos bíblicos: Caín y Abel. Antiguos textos dicen que la cueva, conocida como la "Lupercale" -de "lupa", que en latín significa loba-- se hallaba cerca del palacio de Augusto, el primer emperador romano. Se dijo que Augusto restauró la cueva, y la decoró con un águila blanca, símbolo del poder imperial. El águila fue encontrada en la parte superior de la cueva, que se encuentra justo debajo de las ruinas del palacio construido por Augusto, dijo Irene Iacopi, arqueóloga encargada del palacio palatino y del cercano foro romano. "La Lupercale debe haber desempeñado un importante papel en la política de Augusto", dijo Iacopi a la prensa. "El se consideraba a sí mismo un nuevo Rómulo". Andrea Carandini, profesora de arqueología en la universidad La Sapienza, dijo que la cueva casi con seguridad es la "Lupercale", y en ese caso, "es uno de los más grandes descubrimientos jamás hechos".

Hay también un "ex superintendente de Cultura italiano" que, según Radio Cooperativa, niega que "el cubil descubierto sea la cueva" donde, "según la leyenda, la loba Luperca amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de la ciudad de Roma".Y recuerdo "Los constructores", de Lila Spreafico:"Servio, Honorio, Aurelio, arquitectos de Roma, / la construyeron para que allí naciera/ un antepasado mío/ de modo que yo pudiera hoy / distraídamente escribir que sin Roma/ esta tinta no mancharía la página/ y el destino de estos papeles sería/ quizá una invitación para una muestra de pintura/ o el cálculo detallado de los gastos del mes de alguna otra persona/ o una receta homeopática que indicaría la cura a contemplar/ aunque jamás podría indicarla si Roma no existiera.""Si Roma no existiera..."...Es posible entrever lo que pasaría en América Latina en ese caso leyendo "Inmigración y literatura: los italianos", de Ana María González Rouco.El mito y el almaEl hombre primitivo se sentó un día en medio de su caverna y se puso a pensar en los extraños fenómenos del sueño (ver "Los sueños: productos automáticos de nuestra mente", de Félix Larocca). Y los comparó con los de la muerte ("No quitar la esperanza"), que él había advertido en algunos vecinos.De allí, dándole muchas vueltas al asunto -quién sabe cuántos días estuvo sentado en la oscuridad de esa cueva para llegar a esto-, concluyó que debía haber algo intermedio entre lo desconocido e invisible y el mundo de las cosas concretas, tan concretas como la carne de los animales, las tormentas, el hielo, los árboles, el sol que a veces mata con sus rayos o cocina la presa ("Los desastres naturales y sus consecuencias" de Ariadna E. Navarro y otros, de México).A eso invisible, con el tiempo y la aparición del habla lo llamó alma.La intuición (o invención) del alma dio origen a la invención (o intuición) del Mito (ver "El Mito", del colombiano Santiago Gallego).Mitos devenidos en "leyendas urbanas"Mucho se habla de leyendas urbanas actualmente ("Lecturas urbanas. Semiología y ciudad"; para lograr algún contraste, conviene leer seguidamente "El duende del bosque y la cosmovisión forestal del poblador rural amazónico").Da la impresión de que seguimos necesitando mitos, y de que los hemos adaptado a nuestra forma y mundo.Es posible que esas pequeñas (o "minimalistas") y entretenidas leyendas - por ejemplo, fantasmas en el tren subterráneo- tengan el mismo sentido para nosotros que el mito para los pueblos antiguos. Es posible que obren de igual modo en nuestra psiquis que los Mitos, que sean sus "réplicas".¿Estamos luciendo la réplica de la joya en el pecho y dejando bajo siete llaves la verdadera?Los humanos tenemos inmensas riquezas que no usamos y las ponemos a buen resguardo en el Museo (podemos ilustrar esta afirmación con la lectura, entre otros muchos trabajos sobre el tema, de "Museos de la ciudad de Quito").Al museo sólo van los que ya tienen esas riquezas.Ya conocen el arte o los testimonios científicos que se exponen y van a confirmarlos, lo que es de todos modos una suerte para quien los creó o descubrió.Aunque, tal como las riquezas cotidianas, estas otras que tienen que ver con la cultura están mal repartidas, y la curiosidad del espíritu también. ¿Por qué no les enseñamos, a todos los niños al menos, a reclamar su parte? (Podemos repasar al respecto el excelente trabajo dedicado a niños especiales y llamado "Instructores de arte", que viene desde Cuba.)Todo se educa, hasta el alma que "inventaron" los pueblos primitivos pueden educarse. Hasta el deseo de participar del festín del arte como muy respetable espectador.


"La filosofía es un tema de infinitas variaciones, en que la verdad tiene tantas facetas cuantas son las personas que la buscan o la analizan."

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