martes, 2 de junio de 2009

Cambio del viejop por uno nuevo


Por: Raúl Espinoza Aguilera

Las noticias que nos llegan del Viejo Continente suelen ser negativas: que hay legislaciones de varios países en las que han aprobado el aborto, la eutanasia, las uniones homosexuales, las drogas blandas, el divorcio “al vapor”, etc.
En materia de población, los especialistas en demografía comentan alarmados que está ocurriendo un envejecimiento de la población, más concretamente, en los países de Europa Occidental.

Se calcula que para 2040 ó 2050 aumentará considerablemente el número de personas de la Tercera Edad. Se habla ya de una “catástrofe demográfica” y de la caída de la tasa de la natalidad como una de las peores epidemias que actualmente sufre este continente.

Pero no todas son noticias “catastrofistas” ni negativas. Recientemente, me llevé una gran alegría cuando me enteré que en Europa, desde la década de los 90, se ha ido conformando una asociación de familias numerosas.

La iniciativa comenzó en España, en plan muy modesto y con la idea de ir creciendo gradualmente. Luego, un padre de familia de Portugal, Fernando, con 13 hijos, se puso en contacto con el grupo promotor para unirse a su iniciativa.
Poco tiempo después, se les unió una familia holandesa con siete hijos, que tenía las mismas inquietudes y deseos de trabajar juntos por hacer prevalecer en los países los derechos de las familias numerosas.

En 2002, estos padres organizaron en Madrid el primer congreso europeo, bajo el lema: “La familia, futuro de Europa”. A continuación, entraron en contacto con una asociación muy bien estructurada, en Hungría, que perseguía los mismos fines. Su presidente es Laszlo, un prestigioso matemático.

Esta asociación húngara también se les unió y, a la vez, Laszlo puso en contacto a los padres de los otros países, con otras asociaciones similares en Europa del Este. Entre ellas destaca la agrupación de Letonia con su activo dirigente, Leonids, padre de cuatro hijos.

En 2003, tuvieron una nueva reunión internacional en Bruselas para conocerse mejor, intercambiar experiencias, convivir, presentar conferencias y preparar los estatutos de la naciente Confederación Europea de Familias Numerosas (European Large Families Confederation, esto es, ELFAC).

En los últimos años se han estado celebrando congresos periódicamente: en Lisboa (2004), en Gyor, Hungría (2006). De forma paralela se han ido sumando familias de otros países, como: la República Checa, los Países Bálticos, Italia, Polonia, Chipre, etc.

Actualmente, están buscando capacitar bien a sus dirigentes y trabajadores de estas asociaciones y mantener un excelente nivel académico en sus conferencistas. De esta manera, esta asociación ha ido adquiriendo prestigio por su seriedad y constancia por alcanzar sus objetivos.

Con el tiempo, la presencia de esta agrupación se ha hecho más patente ante la opinión pública. Se han convertido en interlocutores ordinarios de los organismos del gobierno europeo para los asuntos relacionados con la familia.

Han celebrado diversos encuentros con los miembros de la Comisión Europea, promoviendo foros de debate, por ejemplo:
1. Sobre demografía y políticas familiares.
2. Impulsando resoluciones del Parlamento Europeo contra la discriminación de las familias con más hijos.
3. Apoyando directivas legislativas para favorecer la natalidad.

Recientemente lograron que la Comunidad Europea redujera impuestos en algunos productos infantiles. También han pedido formalmente a todos los países europeos que eliminen los obstáculos que dificultan a los matrimonios el tener más hijos y atenderlos adecuadamente.

Poco a poco, con medidas específicas y bien estudiadas, la perspectiva de la familia va teniendo más eco en la agenda pública europea. También han logrado que muchas empresas reduzcan sus costos en algunos productos, como: gas, electricidad, teléfono, automóviles, alimentación…

Los mismos resultados han obtenido con los lugares recreativos y de diversión, como: zoológicos, museos, acuarios o parques de juegos infantiles, etc. En general, podríamos afirmar que están consiguiendo una magnífica respuesta de muchas instituciones gubernamentales y privadas.

El Papa Juan Pablo II, en su visita pastoral a Santiago de Compostela, pronunció un célebre discurso para que Europa volviera de nuevo a sus raíces cristianas, a sus valores y a su cultura que han hecho grande a este continente.

Decía con gran fuerza en aquella memorable ocasión, el Romano Pontífice: “¡Europa, sé tú misma!”, refiriéndose a que es una imperiosa necesidad que este continente vuelva a sus orígenes de la fe en Jesucristo, a partir de la cual se ha cimentado buena parte de la civilización occidental.

Cuando leía la información sobre esta Confederación de Familias Numerosas pensaba que todavía puede surgir un cambio positivo y estimulante en Europa. Es verdad lo que dice el dicho que: “Mientras hay vida, hay esperanza”.

¡Verdaderamente los padres, cuando se organizan eficazmente, pueden alcanzar grandes metas y logros, no sólo en beneficio de sus propias familias, sino por el bien de su país, de su continente y de toda la familia humana!

Porque estos padres de familia piensan, también, en legar una rica herencia espiritual, con bases sólidas y firmes, a la par que dejar un admirable ejemplo para las futuras generaciones de familias.

Basta con que un puñado de padres católicos se hayan puesto en movimiento para que renazca de nuevo la esperanza en el Viejo Continente por promover la vida, la familia, y retornar a sus raíces cristianas.

Sin duda, una excelente noticia para celebrar en este “Día de Europa”.


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