Desde el primer momento...

 

Por Norma Mendoza Alexandry

Octubre de 2011

 

 

Una frase de Abraham Lincoln cita: "You can't explain all of the people all of the time" (No puedes explicar a toda la gente ni todo el tiempo).

 

Genéticamente esto podría traducirse como: la individualidad humana es tan compleja que ningún sistema solo puede explicarla; el factor en el número de gente que puede encontrarse, conocerse y unirse es prácticamente infinito e indescifrable, hay incontables fuerzas independientes que contribuyen a lo que somos y ninguna de estas es realizada de manera sencilla.

Sólo reflexionemos que el desarrollo de la ciencia del cerebro desde hace 50 años, de las pruebas de personalidad desde hace 100 años y de los útiles conocimientos del individuo desde hace mil años hay tanto que decir de la naturaleza humana, que no bastarían dos millares de volúmenes para describir todo.

Un científico médico, el doctor Carlos Bellini del Departamento de Terapia Intensiva Neonatal del Policlínico Universitario Santa María La Scotte de Siena Italia, cuyo último libro se titula "L'Alba Del I'iu" (El Alba del Yo), en una entrevista que le hicieron los medios declaró: "En su gestación el feto es ya un nuevo miembro de la familia y una compañía para la madre aún antes de nacer", y afirma sobre el ser humano en gestación: "el feto es un ser plurisensorial cuyos sentidos entran en acción con una secuencia preordenada: en primer lugar se manifestará la sensorialidad táctil, después la química (gusto y olfato), la vestibular (equilibrio), el oído y finalmente la vista.

El desarrollo precoz en el útero de los sentidos tiene una doble función: la de modelar el sistema nervioso central, proporcionando estímulos que interactúan con el crecimiento de grupos de neuronas dirigiéndolo por un camino fisiológico y la de introducir el nasciturus en el mundo exterior produciendo un tipo de aprendizaje en el útero.

El feto responde a los estímulos que llegan a través del vientre de la madre: cuando una mujer embarazada está acostada, es posible coger con toda la mano su útero, como un balón, para ponerse en contacto con el niño(a): una ligera presión del dedo hace de reclamo y el niño reacciona y se pone en movimiento. Es deseable que el padre, en lo posible, participe de este 'juego' y en Siena Italia, estos conocimientos son la base para un curso que hacemos en la Clínica Obstétrica para las parejas a fin de aprender a entrar en contacto con el niño(a) prenatal"

Algunos experimentos hechos a chimpancés y otros animales, muestran que el ser humano es mucho más que eso, pues el sólo hecho de considerar personalidad, temperamento e investigaciones cerebrales tanto desde la perspectiva norteamericana como de la europea, los científicos han identificado multiplicidad de fuerzas desde donde la individualidad crece, madura y florece, esto es, desde donde podemos descubrir nuestros orígenes como seres humanos.

La vida humana tiene grandes diferencias con los animales, nacemos antes en nuestro ciclo de crecimiento desde la concepción, pero al nacer, nuestro medio ambiente es inmensamente más variado y rico que el de los animales, nuestro desarrollo selecciona de la específica herencia de nuestros antepasados aquellos aspectos que serán útiles en nuestro mundo particular.

Algunas investigaciones han descubierto que la corteza cerebral en el útero materno no está formada antes de las 12 semanas, sin embargo la mayoría de los estudios científicos han demostrado que al nacer, el ser humano tiene un cerebro aún inacabado, disgregado, inconcluso, incompleto que se desarrolla de inmediato después del nacimiento y que crecerá de manera diferente en diferentes medios, esto es causa de que a veces los individuos de diferentes culturas tengan dificultad para llegar a entenderse. El mundo tiene un efecto profundo en nuestro desarrollo y este hecho permite que el ser humano se rehaga, escoja, se realice a través de lo que elija conscientemente, sin embargo jamás puede separarse de su natural herencia, de sus raíces.

El ser humano, considerado desde el punto de vista científico como miembro de la especie humana, como homo sapiens, posee un cuerpo, una mente y es consciente de sí ("self", "self-conscious"), de su individualidad como ser humano distinto a otros. Un filósofo, Zubiri, dice que el cuerpo, la corporeidad es una sustantividad, un organismo que posee aparatos, vísceras, órganos, uno de los cuales es el cerebro, y otros pueden ser el corazón o los órganos de locomoción que son los miembros inferiores.

Tal corporeidad existe como varón y como mujer, diferenciados en el marco de lo corporal. La interrelación fenoménica entre estos conceptos es absoluta: el hombre sabe que él (ella) es alguien -posee autoconciencia- porque realmente posee una mente que lo hace posible, como también le hace posible la función de pensar, soñar, ambicionar o sufrir.

Para describir algunos de los fundamentos en los que descansa la base del respeto radical a la persona que el médico asume por su condición profesional, acudo a un renombrado médico, el doctor Manuel De Santiago, Profesor Asociado de Endocrinología, Universidad Autónoma de Madrid, España quien describe algunos de los fundamentos de su profesión:

"Desde una concepción fenomenológica, cualquier identificación del concepto de hombre a una sola y exclusiva determinación analítica del mismo (cuerpo, mente, auto conciencia) vendría a constituir un error, una simplificación de la realidad, una reducción de la verdad integral del concepto de hombre con grave detrimento de la realidad del hombre.

Por esta razón nunca se pensará que un cojo no es un hombre, o que un hemipléjico no es un hombre, o que un esquizofrénico no es un hombre. Adquirimos así una visión del hombre que los filósofos llaman "fenomenológica".

Si esta visión se extiende al óvulo fecundado, es obvio que nuestros ojos no ven un cuerpo formado de hombre -de varón o de mujer-, pero esa realidad morfológica que perciben nuestros ojos de científicos, en la posesión de nuestra cultura embriológica, nos dice –nos garantiza- que constituye el hombre en el primer instante de existencia como realidad-hombre.

Y ello pese a que su mente no es captable aún, como tampoco lo es su cerebro ni nos cabe recoger de él ningún modo de actividad relacional. Simplemente sabemos -como científicos del hombre- que su designio vital como individuo humano se ha puesto en marcha ya a través del dinamismo impreso en su dotación genética, en el DNA del zigoto. El resto es un simple problema de "tiempo". Nueve meses después decir "es un hombre" nos resultará más sencillo de comprender pero no más real. Porque sabemos a través de nuestra ciencia que el óvulo fecundado, el zigoto, es ya la vida natural de un hombre completo (cuerpo, mente, autoconciencia) en su fase más inicial, en su momento existencial más precoz."

Me permito trasmitir a los lectores una noticia que leí recientemente:

Una joven guerrillera de 17 años y con tres meses de embarazo, escapó de las FARC a la que pertenecía, para evitar que la sometieran a un aborto y salvar así la vida de su hijo. La muchacha denunció también que es práctica común con las mujeres embarazadas de este grupo hacerlas abortar.

Según informa la edición en línea del diario colombiano El Tiempo, esta muchacha conocida con el alias de "Nicole", fue obligada por los guerrilleros del Frente A. González que opera en la zona Tolima, a tomar bebidas preparadas con químicos abortivos con el fin de hacerla abortar. "Yo estaba bajo el mando de alias "El Conejo". Mis camaradas me dejaron en una casa en la vereda de un poblado Nazareno en Planadas Tolima con los explosivos y como me habían advertido del aborto, aproveché y me escapé", dijo Nicole en la localidad de Neiva, en donde fue acogida por un hogar sustituto del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y estuvo bajo la protección de los soldados de la 9ª. Brigada. Según los médicos su estado era estable, el niño estaba vivo, pero tendría un embarazo de alto riesgo y resta por verificar de qué manera afectarían al bebé los químicos abortivos que los guerrilleros la obligaron a tomar para ocasionarle la pérdida de su hijo.

Ante las difíciles circunstancias por las que una mujer sola puede enfrentarse, siempre queda el recurso y la posibilidad de la VIDA.